viernes, 4 de septiembre de 2009

Viernes noche, ¡Un, dos, tres...!

Cuando era pequeño conseguir que tus padres te dejaran el "Un, dos, tres... responda otra vez" era un triunfo comparable a la conquista de la indepencia. Después de mucha insistencia y cuando ya toda la clase me contaba cada lunes lo que había pasado el viernes anterior en el programa, tuve el permiso para quedarme de noche a ver a Mayra y compañía... ¡una batalla ganada en pro de la libertad!
El programa comenzó en 1.972 presentado por Kiko Ledgard como un encargo de Salvador Pons al entonces prestigioso director de "Historias para no dormir" Chicho Ibáñez Serrador que no quiso firmar en las primeras emisiones. Cuando el crítico del ABC, Viriato, exigió que se conociera el nombre del responsable del, según él, "desaguisado", Chicho decidió tomar las riendas del programa y convertirlo en todo un show. Pero de esa primera etapa ya hablaré otra día porque para mí "Un, dos, tres" significa Mayra. Ella había comenzado, junto con su marido, como actriz del programa en la etapa del 76-78 y se convirtió en la sustituta sorpresa de Kiko tras su accidente. Emilio Aragón, Raúl Sender y Chicho Gordillo se sometieron a pruebas para presentarlo pero Chicho decidió in extremis elegir a Mayra y de paso cambiar a los Tacañones por Tacañonas. En el primer programa Mayra, además de excusarse por sus nervios, presumía de que era el único programa en toda Europa con todo el elenco femenino al frente (presentadora, secretarias y parte negativa).

Desde 1.982 hasta 1.988 estuvo Mayra amenizando los viernes de más de 20 millones de españoles y cuando en la última temporada pasaron a los lunes aún tuvieron más audiencia convirtiéndose en el programa más visto de la historia de la televisión española.
Como ella misma diría: "cuando se apague la luz del plató... nos volveremos a ver".

1 comentario:

  1. Je. ¡Mayra grande!

    ¿Sabes? Cuando me mudé a Madrid, vivi un año justo debajo del duplex de Mayra. El día que nos enteramos quién era nuestra vecina de arriba lo flipamos. Vamos, que se no acababa la sal (adrede) constantemente ;P

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