domingo, 26 de noviembre de 2017

La renovación del TD 2 en 1980

Secundino González y Cristina Gª Ramos en el austero decorado del TD 2 en los estudios de Prado del Rey

El comienzo del año 1980 trajo aires renovados para la Segunda Edición del Telediario. Si Eduardo Sotillos había iniciado una nueva etapa durante la Transición al tiempo que Lalo Azcona hacía lo propio en la Primera Edición, ahora se reforzaba ese cambio, sobre todo a nivel estético y el peso del informativo no era tan personal como lo había sido hasta ese momento. Se primaba la actualidad a pesar de que la técnica no siempre permitiera que se elaboraran reportajes con una mínima calidad en la misma jornada y se daba la oportunidad a los propios periodistas de presentar las informaciones que ellos mismos habían elaborado intentando desterrar, como estaba sucediendo también en la radio, la figura del locutor, perfecto en su dicción pero demasiado frío. Joaquín Castro había asumido  la labor de dirección en 1978 y aparecía ante las cámaras en ocasiones especiales como la entrevista en directo al canciller alemán Helmut Schmidt durante su visita al país. Castro reconocía que "en realidad, en los telediarios está todo inventado, no se pueden hacer innovaciones. En el terreno de la información tenemos un techo planteado de antemano, no somos nosotros quienes lo establecemos. La información es única y tiene que ser solamente información. El único cambio sustancial que se podía hacer era este porque otra cosa que se hiciera quedaría fuera. Se podrá hacer mejor o peor pero nunca más allá porque no queda nada por inventar". Así de claro se manifestaba en la revista TeleRadio en un momento en el que los jefes se daban cuenta de que el paso que quedaba por dar era el de conseguir dar la imagen del día... en el propio día. 

Cristina García Ramos en su debut para todo el país tras 8 años en TVE Canarias

"Si no damos imágenes estamos a punto de convertirnos en radio. La máxima aspiración de un telediario es que la imagen lo diga todo. El problema está en conseguir esa imagen a tiempo, sobre todo cuando se trata de noticias de última hora. Ahora no disfrutamos de los medios que hagan posibles las imágenes en el momento. Será distinto cuando lleguen las cámaras autónomas, las ENG" afirmaba Castro. Esta era una de las grandes reclamaciones de los periodistas del Ente y se miraba con envidia a países cercanos como Francia o Reino Unido donde ya se estaban utilizando, aunque no de forma general, las cámaras de vídeo portátiles. Para que entendamos hoy por qué el director se quejaba de ese incoveniente debemos recordar que todavía se usaba el soporte cinematográfico para las grabaciones en exteriores y eso suponía que había revelar el negativo. Los reporteros llegaban sobre las 19 h con el material grabado y tenían que esperar turno en el laboratorio... porque sólo había uno. El realizador, Mauricio Rico, tenía una escaleta elaborada por dirección y todos los textos escritos por los redactores pero cuando comenzaba el TD a las 21 h no sabía de qué imágenes iba a disponer. Obviamente no se podía montar un reportaje en esas condiciones rodado esa mañana o tarde y por eso había locutores en el estudio que leían las noticias en directo mientras se ponía la secuencia montada en "colas".

La presentadora en redacción junto al director y una compañera

Cristina García Ramos era la nueva presentadora "oficial" en sustitución de Adela Cantalapiedra, la "guía" entre las distintas secciones, y se elegía una periodista y no una locutora para afianzar el "nuevo aire" del TD 2. Venía de comandar los Servicios Informativos en TVE Canarias y fue la primera isleña a la que se le permitió presentar sin disimular su acento. A Cristina le acompañaban en plató Tello Zurro y Vicente Martínez Torres como locutores principales y varios periodistas como responsables de sección en pantalla: Secundino González para Internacional, Luis Ignacio Parada en Economía y Tom Martín Benítez en Laboral (sección que más adelante se llamaría Social o Sociedad). Entre los redactores y reporteros encontramos caras como las de Alejandro Heras Lobato, Marisa Goi, Santiago González, Martínez Galán, Juan José Calleja y Aurelio Rodríguez coordinados por Carlos Hidalgo. Este equipo se mantuvo durante un tiempo y las ideas permanecieron, la evolución en los Telediarios era ya imparable, al menos técnicamente.

martes, 21 de noviembre de 2017

El debut de Fernán Gómez en TVE


Hace 10 años que uno de los actores más populares de nuestro país nos dejó pero Fernando Fernán Gómez fue mucho más que eso. Hoy sus películas como guionista o director son reconocidas por la crítica y el espectador exigente, han tenido que pasar décadas para que sean valoradas en su justa medida después de haber sido, en su gran mayoría, auténticos fracasos de taquilla. Con una impresionante carrera en el cine y no menos importante en teatro, fue la televisión el medio que menos frecuentó si bien nos dejó trabajos como "El Pícaro", "Juan Soldado", "La última cinta" o, en sus últimos años, "Los ladrones van a la oficina" y "Cuéntame cómo pasó". Fernán Gómez pisó los estudios del Paseo de la Habana bien pronto, casi desde los inicios de nuestra tele pero sólo como entrevistado en programas como "Rendez-vous". Su verdadero debut profesional en TVE fue el 24 de junio de 1962 en el denominado Estudio 3, o sea, uno de los platós de Sevilla Films. Allí se realizaba el programa "Dos en uno" realizado por Pedro Amalio López y que era una amalgama de géneros, con entrevistas y concursos presentados por el ubicuo Jesús Álvarez, actuaciones musicales y fragmentos de obras teatrales que estaban en ese momento en salas madrileñas. Y es ahí donde se produce la primera aparición actoral de Fernán Gómez. Aquella temporada triunfaba en el Reina Victoria con Conchita Montes en su versión de "Mi querido embustero" y ambos representaron varias escenas ante las tres cámaras del programa. Unos días antes respondía a las preguntas de un reportero de la revista "TeleRadio": "No me gusta la televisión. He visto mucho pero no me he aficionado a ella. Prefiero ver cine aunque reconozco la gran ventaja de la televisión, que se puede gozar con toda comodidad en casa. Pero yo prefiero la calle. A mí me gusta mucho la calle, la tertulia en el café, etc." 

domingo, 19 de noviembre de 2017

Marta Reyero, elegante credibilidad


Hace años que la vemos los fines de semana en Cuatro pero durante más de una década fue uno de los rostros indispensables de los informativos de PRISA, Canal + primero y CNN+ después. Su calma al transmitir las noticias era su sello junto a una imagen rompedora para la época, pelo largo liso y cejas anchas, recordando a la magnífica Inka Martí. Con el tiempo su apariencia ha variado ligeramente pero lo que sigue incólume es su seguridad frente a las cámaras, esa serenidad que encajaba muy bien con la forma de hacer del Plus en los noventa. 


Natural de León, estudió en Oviedo Filosofía y Letras y ahí comenzó un idilio con Asturias que se mantiene y que lleva al equívoco sobre sus orígenes. Fue en el País Vasco donde se licenció en Periodismo pero enseguida regresó a la tierra de la sidra para iniciarse profesionalmente en la radio, en la Cadena SER, y después formar parte del Centro Territorial de TVE en la comunidad. A nivel nacional se estrenaría precisamente en la SER, en el "Hora 25" del añorado Carlos Llamas. Más tarde se bregaría ya como editora y presentadora del "Hora 20" pero su gran oportunidad llegó con una cadena minoritaria que todavía luchaba para llegar al millón de abonados y cuyos informativos en abierto tenían una audiencia exigua pero fiel, Canal +. Fue la madrugadora de "Redacción" (así se llamaba aquel noticiario) desde 1994. En la última etapa de la cadena, todavía con Hilario Pino en la noche, ella se hizo cargo del de mediodía coincidiendo con un cambio de imagen global que hacía que el decorado tuviera ciertas similitudes con el de "Lo + Plus". 


En 1999 la aparición de CNN+ revolucionó Sogecable (el brazo televisivo de PRISA por aquel entonces) y se unificó la mínima plantilla de los informativos del Plus con la de la gran franquicia de Ted Turner. Pino se pasó a la entrevista diaria en "Cara a cara" y Marta Reyero ascendió a la división nocturna. Seis años se mantuvo al frente hasta que Cuatro irrumpió en el dial español y como era de la misma compañía los jefazos tuvieron a bien aprovechar su credibilidad ganada de forma tan discreta como segura. Su cambio a la nueva emisora le ahorró la última y decadente etapa de la cadena de noticias 24 horas. 


Desde entonces es uno de los nombres indispensables de sus noticias. En 2006, tras una breve etapa en la edición de mediodía, debutó en los fines de semana con Miguel Ángel Oliver hasta que en 2014 éste fue relevado por Roberto Arce. Y ahí sigue, impérterrita ante los movimientos en la cadena, Reyero. Regresando a su look inicial de mediados de los 90, abandonando el flequillo y saltándose un poco su sobriedad habitual para adaptarse a un formato menos clásico dentro de un género que permite muy pocos cambios. Marta es el ejemplo perfecto para los estudiantes que quieren ser presentadores de informativos: es profesional hasta el extremo, transmite seguridad, huye del protagonismo y, sobre todo, es creíble. Quizás no sea una de las caras más conocidas del medio pero sí es reconocida por los espectadores más exigentes y por la profesión, que la premió con la Antena de Oro en 2011.

sábado, 11 de noviembre de 2017

La carpa de Prado del Rey

Exterior de la carpa de Prado del Rey

En mayo de 1993 Ana Obregón y Ramón García nos saludaban desde la cesta de una grúa para presentar un nuevo programa que pasaría a ocupar páginas de oro en la historia del entretenimiento televisivo, "¿Qué apostamos?". Tan espectacular era aquel concurso que no había ningún plató disponible en aquel momento en TVE que pudiera cubrir sus necesidades y albergar el enorme decorado así que se construyó una carpa en un terreno de Prado del Rey (Pozuelo de Alarcón) aledaño a los estudios 10 y 11, los denominados "de color" porque fueron los primeros en los que se instaló la tecnología para poder emitir en ese sistema. 

"Grand Prix" se realizaba desde allí. Foto de Alejandro Macías.

Aquella carpa se fabricó con la solidez necesaria para soportar la pesada parrilla de focos y que aguantara las inclemencias del tiempo así que cuando el programa de las apuestas finalizó su primera temporada enseguida se reaprovechó para otros. Incluso cuando se fue a los Estudios Buñuel la carpa aguantó unos cuantos años como hogar, fundamentalmente, de musicales de gran presupuesto pero también de concursos. Quizás el más famoso de todos ellos fue otro de los éxitos de Ramón García (al que ya vamos indefectiblemente unido a esta carpa), "Grand Prix". 

"Risas y Estrellas" de José Luis Moreno, uno de los musicales emitidos desde la carpa. Foto de Alejandro Macías.

En noviembre del año de la inauguración de la carpa, Miliki regresaba, tras una breve etapa en las privadas, a la que había sido su casa durante los 70 y 80 para presentar y dirigir una nueva versión de su circo, esta vez acompañado por su hija Rita Irasema. No había mejor espacio para este show que el flamante entoldado que, por cierto, no dejaba de ser un homenaje a las famosas tiendas circenses que recorrían el país de punta a punta. Más adelante, en 1997, también acogería "Risas y estrellas", el antecedente de "Noche de Fiesta" de José Luis Moreno, presentado por Paloma Lago y Pedro Rollán. 

Julio Sabala presentaba "Atrévete a soñar". Foto cedida por @ArchivoRTVE

Poco después, en enero de 1998, ya con "¿Qué apostamos?" asentado en los Estudios Buñuel, TVE decidió competir con el exitoso "Sorpresa, Sorpresa" de Antena 3, realizado desde el Teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes, con "Atrévete a soñar" conducido por un impostadísimo Julio Sabala. Lo único reseñable de aquel engendro fue, cómo no, el espacio que lo cobijaba. Esa fue una de las últimas grandes producciones regulares realizadas desde aquella enorme estructura. 
  La carpa fue desmontada hace años, en su lugar hoy se ubica un almacén de decorados. Con los Buñuel demolidos y el Estudio 1 en obras de limpieza de amianto es difícil pensar, por ahora, en el cacareado regreso de "Grand Prix" a los platós de la Casa. Eso sí, siempre se pueden alquilar instalaciones a un altísimo precio a productoras afines al gobierno de turno...